El "Esclavo barbudo", el más refinado de los cuatro, está colocado contra la pared izquierda como tercera estatua. Casi totalmente ejecutada, salvo las manos y un brazo (que probablemente debería haber sostenido un trozo de tela), esta figura permanece inacabada. Una barba espesa y rizada oculta la mayor parte del rostro. Las cintas para atar la tela llegan hasta los muslos. Es en obras como ésta donde el don casi sobrenatural de Miguel Ángel para la anatomía cobra vida en un torso intrincadamente esculpido.
El nombre de Esclavo barbudo procede de la espesa barba que oculta el rostro de la figura. Es el más refinado de los cuatro, sobre todo en el esculpido cuidadoso de los músculos individuales del torso que hacen evidente que Miguel Ángel estudiaba y admiraba la anatomía humana. Además, las sólidas piernas de la figura están unidas por una banda, un motivo habitual en las esculturas florentinas de Miguel Ángel.